La peor parte, como de costumbre, se la llevará la verdad. Esta dura verdad de que no solo el franquismo cometió crímenes de Estado
NotMid 30/06/2022
OPINIÓN
ARCADI ESPADA
La intención del Partido Socialista de extender los crímenes políticos del franquismo hasta 1983 es el resultado de la innoble confusión de sus alianzas. Pero solo superficialmente hablando. En origen hay una antigua confusión intelectual, organizada frívolamente por la academia y el periodismo. Alude al fin de la Transición. Es una extravagancia que un acontecimiento tan preciso haya sufrido semejante manoseo metafórico. La transición a la democracia acaba con la aprobación de la Constitución hoy vigente, el 6 de diciembre de 1978. Así deberían saberlo, recitarlo y celebrarlo todos los niños en el colegio. Pero es francamente improbable que suceda. Un alud de fechas alternativas, paulatinamente más absurdas y patrocinado por los intereses más diversos, lo impide.
El 15 de junio de 1977, fecha de las primeras elecciones; el 23 de febrero de 1981, cuando el Golpe de Estado; el 28 de octubre de 1982, día de la gran victoria socialista; el 3 de marzo de 1996, la primera victoria de Aznar, han sido seriamente propuestas como fechas reales del fin de la Transición. La podemia emergente en 2015 dio la penúltima vuelta de tuerca al delirio cuando aseguró que España había vivido cuarenta años en transición hacia la verdadera democracia y que ellos iban por fin a culminar la obra magna. El apogeo final le correspondió a los sediciosos catalanes. No les faltaba razón al reclamar que su Proceso ponía fin a la Transición. Si el golpe de febrero del 1981 había sido una de las fechas manejadas por qué no iban ellos a hacer lo mismo con su simétrico.
La realidad se cobra periódicamente venganza de este frívolo retozo y la consiguiente evidencia de que España no sepa poner fecha fija al final del franquismo. Ignominiosamente, este paréntesis: (1 de abril de 1939) no se cierra, como sucede con las personas vivas. Y ahora es el Partido Socialista el que se niega a hacerlo. Las consecuencias del vicioso oportunismo del presidente del Gobierno no son menores. Extender hasta 1983 los crímenes franquistas supone extender el franquismo hasta Felipe González y el propio Psoe. Los dos implicados sabrán qué hacer con la contabilidad creativa de sanchez. Pero la peor parte, como de costumbre, se la llevará la verdad. Esta dura verdad de que no solo el franquismo cometió crímenes de Estado.
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